Flensburgo es una hermosa ciudad cerca de la frontera germano-danesa. Durante más de 400 años, la ciudad fue gobernada por el rey danés, por lo que está profundamente arraigada tanto en la cultura como en la arquitectura germano-danesa. Flensburgo es una de las pocas ciudades que no fueron destruidas durante la II Guerra Mundial, por lo que aún quedan en pie numerosos edificios históricos de diversas épocas. Durante el siglo XVIII, Flensburgo recibió el sobrenombre de “Ciudad del Ron”, por su comercio con las islas del Caribe. Todavía se pueden encontrar pruebas de ello en la animada zona del puerto. Hoy, todos los alemanes conocen el nombre de la ciudad por un motivo distinto: es donde tiene su sede la Autoridad Alemana de Vehículos de Motor. La ciudad es testigo de 700 años de historia y eso se puede ver en el casco antiguo. Durante dos horas, disfruta de algunos de los puntos históricos más importantes, admira la elegante y sofisticada arquitectura y escucha historias fascinantes sobre este encantador lugar.